sábado, 8 de julio de 2017

Contextualización de la problemática de la calidad del aire.

La contaminación atmosférica es el fenómeno de acumulación o concentración de contaminantes en el aire en un tiempo determinado como resultados de la actividades humanas o procesos naturales, que causan molestias y daños para la salud de las personas y otros seres vivos, así como a diversos materiales. Por su parte, el concepto de calidad del aire se refiere al estado de la contaminación atmosférica, dicho en otras palabras, es un indicador de que tan contaminado se encuentra el aire y, por lo tanto, que tan apto es para ser respirado. ONU Medio Ambiente.


La exposición a contaminantes del aire se evidencia de dos maneras: a través d los episodios y accidentes. El primero se produce cuando los contaminantes del aire se combinan con otros factores, como las anormalidades meteorológicas y la topografía, para crear una atmosfera amenazante para la salud. A pesar de que le hombre es el responsable del factor contaminación, la concurrencia de los factores es incontrolable. El segundo factor se da cuando una descarga inadvertida y evitable de sustancias químicas toxicas, a menudo atribuible a fallas mecánicas o al terror humano. CEPIS 2005. 
Imagen 1: Las emisiones de gases de efecto invernadero del sector transporte representan ¼ del total en América Latina y el Caribe.

Tomado de: ONU Medio Ambiente. 

La contaminación del aire representa un importante riesgo medioambiental para la salud, bien sea en los países desarrollados o en los países en desarrollo.
La OMS estima que un 72% de las defunciones prematuras relacionadas con la contaminación del aire exterior en 2012 se debieron a cardiopatía isquémica y accidente cerebrovascular, mientras que un 14% se debieron a neumopatía obstructiva crónica o infección aguda de las vías respiratorias inferiores, y un 14% a cáncer de pulmón.

Según estimaciones de 2012, la contaminación atmosférica en las ciudades y zonas rurales de todo el mundo provoca cada año 3 millones de defunciones prematuras; esta mortalidad se debe a la exposición a pequeñas partículas de 10 micrones de diámetro (PM10) o menos, que pueden causar cardiopatías, neumopatías y cáncer. OMS 2016.

Imagen 2: Cada año, 1,7 millones de niños mueren a causa de la contaminación del aire, el agua insalubre, la falta de saneamiento u otros riesgos ambientales.

Tomado de: ONU Medio Ambiente. 

Los habitantes de países de ingresos bajos y medianos sufren desproporcionadamente la carga de morbilidad derivada de la contaminación del aire exterior, lo que se constata por el hecho de que el 87%, de los 3 millones de defunciones prematuras, se producen en esos países, y la mayor carga de morbilidad se registra en las regiones del Pacífico Occidental y el Asia Sudoriental de la OMS. Las últimas estimaciones de la carga de morbilidad reflejan el importantísimo papel que cabe a la contaminación del aire en las cardiopatías y las defunciones prematuras; mucho más de lo que creían los científicos anteriormente.

La mayoría de las fuentes de contaminación del aire exterior están más allá del control de las personas, y requieren medidas por parte de las ciudades, así como de las instancias normativas nacionales e internacionales en sectores tales como transporte, gestión de residuos energéticos, construcción y agricultura. OMS 2016.

Existen numerosos ejemplos de políticas fructíferas relativas a los sectores de transporte, planificación urbana, generación de electricidad e industria, que permiten reducir la contaminación del aire:

  • Industria: utilización de tecnologías limpias que reduzcan las emisiones de chimeneas industriales; gestión mejorada de desechos urbanos y agrícolas, incluida la recuperación del gas metano de los vertederos como una alternativa a la incineración (para utilizarlo como biogás).
  • Transporte: adopción de métodos limpios de generación de electricidad; priorización del transporte urbano rápido, las sendas peatonales y de bicicletas en las ciudades, y el transporte interurbano de cargas y pasajeros por ferrocarril; utilización de vehículos pesados de motor diésel más limpios y vehículos y combustibles de bajas emisiones, especialmente combustibles con bajo contenido de azufre.
  • Planificación urbana: mejoramiento de la eficiencia energética de los edificios y concentración de las ciudades para lograr una mayor eficiencia.
  • Generación de electricidad: aumento del uso de combustibles de bajas emisiones y fuentes de energía renovable sin combustión (solar, eólica o hidroeléctrica); generación conjunta de calor y electricidad; y generación distribuida de energía (por ejemplo, generación de electricidad mediante redes pequeñas y paneles solares).
  • Gestión de desechos municipales y agrícolas: estrategias de reducción, separación, reciclado y reutilización o reelaboración de desechos, así como métodos mejorados de gestión biológica de desechos tales como la digestión anaeróbica para producir biogás, mediante métodos viables y alternativas económicas en sustitución de la incineración de desechos sólidos. En casos en que la incineración sea inevitable, será crucial la utilización de tecnologías de combustión con rigurosos controles de emisión.


Basado en el estudio de la OMS 2016. 

Imagen 3: La calidad del aire que respiramos es uno de los grandes desafíos urbanos. Se calcula que 100 millones de personas en América Latina y el Caribe viven en áreas susceptibles de contaminación atmosférica.

Tomado de: ONU Medio Ambiente. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario